7/18/2011

asomarse

Asomarse al balcón y ver lo que pasa en la calle desde una posición de altura, desde la distancia que aporta estar por encima.

Relajarse por ese efecto de relativizar la importancia de las cosas, de nuestras preocupaciones. Reflexionar sobre los problemas de la vida, darse uno cuenta de que nada es en realidad tan importante y respirar hondo esa paz.

Esa idea está muy bien aquí en estos balcones con forma de ataúd:



Asomarse a la calle desde la conciencia muy presente de que acabarás tarde o temprano en un habitáculo muy parecido, eso sí que tranquiliza.

3 comentarios:

  1. Jauja13:51

    Tu lo has dicho todo, para vergüenza del arquitecto: cómo transformar las estimulantes sensaciones de un buen balcón en la opresión de un ataud.

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  2. Anónimo1:19

    Eso está en Badalona, verdad?

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  3. Los hacen así para que los abuelos no los cierren con aluminio. Es que vaya papelón lo de cerrar con aluminio los balcones: te vas a asomar, ves que está cerrado y arañando el aluminio berreas "¡Que me han enterrado vivo!"

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