10/17/2010

Mi vida

Hoy os propongo un viaje muy a lo pequeñito, muy a lo mío pequeño.

Todo lo que haya podido hacer en este fin de semana, todas las cosas súper importantes que haya tenido que hacer en estos dos últimos días, han sido una nebulosa lejana eclipsada por una pequeña interferencia.

Se trata de esto:



Una esquinita en la bóveda de la uña de mi dedo índice.

Fuera lo que fuera lo que haya estado haciendo desde que el viernes me corté las uñas por última vez, ha sido un ruido de fondo, una mosca cojonera.

Mi atención ha estado, sin descanso desde entonces, totalmente enfocada en la pequeña sensación de rascarme el borde de la yema de mi dedo corazón contra esa pequeña imperfección en la esquina superior izquierda de la uña de mi dedo índice.



Este punto:
ha sido MI VIDA.

4 comentarios:

  1. Jauja9:14

    ¿Te la rascabas con el dedo anular o con el corazón?. Y si era con el anular, ¿el pulgar empujaba al índice o conseguías desplazarlo sin ayuda?

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  2. Muchas gracias. Ahora no pararé de probar combinaciones de rascados entre yemas y uñas en todo el día. ¿Has probado a cortar un trocito de uña y pasarlo por el hueco entre dos dientes? Fascinante.

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  3. Ya vas mejorando con el dibujo. Ya sólo el dedo de la derecha es el único que se parece a una musulmana. Pero oye, que muy bien eh, sobre todo el circulito ese rojo.

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  4. Anónimo23:42

    Eres un crack.

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