9/11/2010

Los cuelan como bromas, como micro-gags, son tan breves, tan poca cosa. Pasan el filtro de los padres sin apenas levantar sospechas.


Nada, ja ja, es gracioso. La película sigue, mira, va, que sigue.

Yo recuerdo no disponer de las claves para entender que ese incidente carecía de importancia, recuerdo quedarme preocupado. En el siguiente plano, efectivamente, el reloj estaba bien, pero, coño, no sé, había perdido órganos, trozos internos, de cuerpo.

La infancia decodifica una realidad de pesadilla, quizás nunca se vive el horror tan intensamente como en esa etapa. Más así:

2 comentarios:

  1. Me ha estremecido ese slow motion. De veras.

    Para sutilezas Disney, Hércules: http://www.youtube.com/watch?v=u9QKIbsoi6U

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